A veces el silencio se apodera de mis manos
pero mi alma es un volcàn que no descansa
y mi corazòn padeciendo lo bueno y lo malo
guarda el devenir diario como una pelìcula
que escribirè cuando el destino me llame
cuando el cielo me inspire
y la claridad de mis pensamientos me lleven ahì.
A ese lugar y al momento, donde dirè
todo lo que me ha alimentado
en estos meses de incertidumbre
¿ Y desasociego?...
Pero todo saldrà como un caballo galopando
entre las hierba fresca, las montañas oscuras
y la brisa frìa, para dar a luz
a la verdad de lo que sentì y siento
ante tanta demora, ante tanta locura.