jueves, 29 de octubre de 2015

MI AMIGA, HERMANA Y COMADRE LLEGA A SUS 50

De tus cincuenta primaveras
treinta y nueve he compartido yo
por eso la vida entera
le agradeceré a Dios.

Es que tú empezaste siendo
una buena y fiel amiga
y con los años te fuiste convirtiendo
en la hermana que no me dio la vida.

Cruzamos un lindo camino, con cariño
entramos juntas a la adolescencia
dejando las muñecas y fijándonos en los niños
fuiste muchas veces mi conciencia


Has sido mi hombro para llorar
esa primera decepción 
y abriste todo tu corazón
para que en ti pudiera confiar

Y así siempre nos mantuvimos
una al lado de la otra
tantas cosas que vivimos
con una complicidad, sólo de nosotras.

Juntas crecimos, engordamos
hicimos dietas, rebajamos
dejamos de ser niñas, maduramos
y muy pocas veces nos enojamos.

Muchas veces lloramos
mas veces aun nos reímos
y sin darnos cuenta nos convertimos
en las dos alegres comadres.

Y contigo seguí contando
para que con mis hijos me dieras una mano
siempre ahí, siempre apoyando
como una hermana entre tantos hermanos.

Por eso ahora, cuando me alcanzas
llegando al medio cupón
sólo puedo regalarte la esperanza
de que tendrás por siempre mi corazón




Cuando todo esto pase

Veré de nuevo el sol brillar entre los ojos, la piel, los colores podré  caminar y hasta volar sintiendo la libertad de nuevo. Y en...